EscenoGrafias Urbanas
Hay fábricas invisibles: escondidas dentro de la ciudad, agazapadas en el interior de una manzana y donde sólo asoma una chimenea. Industrias que se han volatilizado, dejando un esqueleto de pilares, ladrillos y patios encubiertos. Desconectada de la ciudad.
El objetivo del proyecto era que la fábrica volviese a llenarse de gente, que fuese perceptible desde cualquiera de las múltiples entradas, y que acompañase al visitante a través de todo el recorrido. Un lazo que de plegaba y desplegaba, articulaba espacios, guiaba al peatón y permitía que la fábrica se convirtiese cada día en un espacio diferente.
La intervención se plantea como una superestructura, un armazón metálico que se acerca a los muros preexistentes sin tocarlos, que los envuelve de una piel metálica, a veces opaca y otra veces transparente. La piel que cubre y redescubre, recorre y forra las medianeras, salta a las cubiertas, delimita los patios y se muestra fugazmente en la calle.